La obra afecta a 26,4 kilómetros y tiene un presupuesto de 5,30 millones
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Cantabria esta aplicando técnicas medioambientales en la reforma de la carretera que discurre por el parque natural Saja-Besaya. Una empresa inspecciona semanalmente las obras donde se sustituyen las cunetas de hormigón por otras de piedra de sillería, las barreras de seguridad metálicas por otras de madera y se reconvierten los sobreanchos de la vía en prados. Podría servir de modelo al Decreto Estatal de Carreteras de Especial Protección.
María Malpica
Santander
El Departamento de Obras de Públicas del Gobierno de Cantabria ha puesto en marcha un proyecto de reforma medioambiental para la carretera Espinilla-El Tojo, que discurre por el puerto de Palombera, atravesando el parque natural de los ríos Saja y Besaya y que supone un nuevo modelo de bioingeniería y de integración en el paisaje en nuestro país.
Técnicas.- Las novedosas técnicas se están aplicando a un trazado de 26,4 kilómetros a ambos lados del puerto de Palombera, con un presupuesto de 5,30 millones de euros. En la zona sur, a pesar de no formar parte del parque natural, se están instalando cunetas ‘atlantis’, donde se reemplaza el hormigón por piedra de sillería y un fondo de tierra donde se infiltra el agua natural de los taludes, que no se tocan en ningún tramo de la vía. Esto sirve para recuperar especies anfibias, como ranas o sapos.
Uno de los elementos más característicos de esta obra es la sustitución de la barreras de seguridad metálicas por otras de madera. Este elemento, ya homologado en Francia, se está colocando de manera estratégica para facilitar el paso del ganado.
Además, se está tratando el sobreancho de la carretera y las curvas de aglomerado viejo abandonadas, cubriéndolas de tierra y semillas de vegetación autóctona para recuperar estas zonas como prado. En cuanto al patrimonio histórico, en las fuentes no se utilizan caños de hormigón y las arquetas se construyen con materiales nobles. Los puentes sólo son sustituidos, si presentan mal estado, con roca caliza del entorno.
Críticas.- Las duras críticas al proyecto original realizadas por una plataforma ecologista obligaron al Gobierno regional a cambiar las líneas directrices de las obras de esta carretera.
Así, se recogieron diferentes propuestas de los ecologistas y se optó por contratar a la empresa Servicios Integrales Ambientales para que realizase un programa de vigilancia medioambiental de la obra. Cada semana se realiza una inspección sobre el terreno y se elabora un informe mensual con los elementos de control del aire, sistemas fluviales y de la calidad de las aguas, protección del suelo, vegetación, fauna y patrimonio, entre otros apartados. En caso de detectarse anomalías deben ser subsanadas por la empresa constructora Emilio Bolado, S.L., adjudicataria de las obras.
El director general de Carreteras de Cantabria, Manuel del Jesús, ha manifestado que esta carretera servirá de modelo para el Decreto de Carreteras de Especial Protección que el Gobierno tiene previsto aprobar en noviembre.
El Ejecutivo de Cantabria pretende implantar estas técnicas en otras carreteras que pasen por espacios naturales.