Gema Fernández
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
La leyenda del pequeño pastorcillo David, que con una honda mató al gigante Golliat, no se ha cumplido. Esta vez el vencedor ha sido el gigante Florentino Pérez, que ha acabado con las ilusiones de los pequeños accionistas de Dragados (David), que acudían a la junta extraordinaria de la constructora dispuestos a pedir explicaciones sobre un canje accionarial que consideraban injusto y perjudicial para sus intereses. Finalmente, el principal ejecutivo del grupo y presidente del Real Madrid ha sabido capear el temporal -también se le han pedido explicaciones sobre la situación de los que serán los segundos accionistas mayoritarios de la nueva sociedad, los Albertos-, y ha salido victorioso de esta encrucijada.
Afirma estar “cómodo” con todos los accionistas inmersos en este proyecto de fusión que dará lugar a la principal constructora del país. Un nuevo gigante que no descarta volver a ‘darse un banquete’, una vez haya digerido la fusión con Dragados.
Así, al rostro del principal club de fútbol español y uno de los grandes a nivel europeo, y no me refiero a David Beckham, también se le relacionará ahora con el mayor grupo constructor del país, porque Florentino Pérez quiere ganar la guerra completa y pretende mantenerse al frente de la nueva sociedad, con permiso de los principales accionistas. En este caso, la batalla está casi ganada, porque los March y los Albertos son, además de accª?^stas de ACS, amigos personales del propio Pérez.