Madrid, ciudad de servicios

Madrid es una potencia industrial, de las primeras del país. Tiene una agricultura poco importante, desde el punto de vista cuantitativo, pero muy selectiva. Y un comercio de primera línea. Pero Madrid es, sobre todo, una gran ciudad de servicios. Es en los servicios donde reside el mayor potencial de bolsas de empleo. El imparable envejecimiento de la población, consecuencia de las mayores expectativas de vida, y la creciente, como necesaria incorporación de la mujer al mercado laboral, exigen una política de atención a la tercera edad, y a la población infantil afectada por el trabajo de las madres fuera de casa.

Estas necesidades se han abordado en las jornadas organizadas por la Cámara de Comercio de Madrid, y por la Asociación de Jóvenes Empresarios, que han incidido en cuatro grandes temas: asistencia domiciliaria; escuelas infantiles; deporte y tiempo libre, y alojamientos rurales.
La atención a los mayores a domicilio va en aumento, porque los centros asistenciales de la tercera edad son insuficientes, y porque muchos mayores prefieren vivir en su casa, si están atendidos. Cada vez son más necesarias las guarderías, como complemento a las madres trabajadoras. El ocio se ha convertido, aunque parezca paradójico, en la gran actividad del futuro, y el turismo rural, todavía en su primera etapa, está relacionado con una tendencia creciente a dirigir el tiempo libre hacia la naturaleza.
Nunca la atención al ocio ha necesitado de puestos de trabajo como ahora. Es una oportunidad para la creación de nuevas empresas, en su inmensa mayoría medianas y pequeñas, que son las que generan más empleo, y que están siendo estimuladas por la recién creada figura de la sociedad Nueva Empresa.
Ante los empleos tradicionales, con problemas de acceso y precariedad, ante el aluvión de inmigrantes que realizan labores de asistencia doméstica, y otras no deseadas por los madrileños, el mercado laboral necesita nuevas oportunidades que pueden ofrecer jóvenes emprendedores con clara idea de servicio.