El precio de los pisos en la región están por debajo de la media nacional
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Los inversores han puesto sus ojos en la Comunidad Valenciana, según asegura la consultora inmobiliaria CB Richard Ellis, que destaca que el 30% de la vivienda nueva que se compró el año pasado en esta región se destinó al mercado de la inversión. Y es que los precios aquí están por debajo de la media nacional. Este tirón del sector inmobiliario está originando cambios en la tipología de demanda residencial.
Mayte Pozuelo
Valencia
En los últimos 18 meses, el sector inmobiliario residencial de la Comunidad Valenciana ha repuntado con fuerza, con unos niveles de absorción y demanda que, según la directora del departamento Residencial de CB Richard Ellis en esta región, Yolanda Lozano, “garantizan el mantenimiento de esa actividad en el medio plazo”.
Los precios de los pisos en la Comunidad Valenciana aumentaron entre un 9% y un 11% el año pasado, y lo hicieron a menor ritmo en Valencia que en las ciudades de Castellón y Alicante, así como en el conjunto del litoral alicantino.
Además, estos precios siguen por debajo de la media nacional, y conservan un importante diferencial respecto a Madrid y Barcelona, un factor que, según el director de CB Richard Ellis en Valencia, Guillermo Ravell, “está impulsando el negocio de inversión para particulares”, un fenómeno que se ha visto favorecido por la inestabilidad bursátil.
Fuerte actividad inversora.- CB Richard Ellis estima que el 30% de las viviendas nuevas adquiridas en 2002 en Valencia se destinarán a inversión, “lo que, a largo plazo, hará que éstas aumenten el parque de alquiler o compitan con la vivienda en construcción, a medida que los precios suban”.
Toda esta demanda absorbió en 2002 las casi 5.000 viviendas terminadas en Valencia capital y las 58.257 acabadas en toda la región, un 13,7% del total nacional, cuando la población valenciana representa el 10%. El año pasado se iniciaron 84.940 viviendas, el 14,8% del total en España.
Lozano ha descartado la posibilidad de futuras caídas en los precios residenciales valencianos. “De entrada, tanto el número de visados de nueva construcción, como la cantidad de unidades en desarrollo auguran que el nivel de actividad se mantendrá estable. Además, la propia fuerza de la demanda compensaría las ocasionales caídas de la absorción ante un hipotético repunte de los tipos de interés. Y, sobre todo, factores como la progresión económica, el aumento de la segunda vivienda y de la inversión extranjera, o la mejora de las comunicaciones son elementos eficaces para garantizar la actividad”, subraya.
El tirón de la construcción residencial en Valencia está originando cambios sociológicos en la demanda de viviendas. Los compradores tienden a sacrificar parte de la superficie útil de los pisos a cambio de una mayor calidad constructiva, servicios añadidos y zonas comunes y deportivas. Un proceso similar se está produciendo en el segmento de segundas viviendas, donde se tiende a reducir el número de dormitorios de tres a dos, y a aumentar las dotaciones deportivas y de ocio, como fórmulas para atraer compradores.
“En Valencia era habitual la oferta de viviendas de hasta cuatro dormitorios y 110 metros cuadrados, mientras que ahora los pisos tienen en su mayoría como máximo tres dormitorios y han bajado a una superficie útil de 80 metros cuadrados”, apunta el director de CB Richard Ellis en Valencia, Guillermo Ravell.
Según la directora del departamento Residencial de CB Richard Ellis en Valencia, el aumento en el ritmo de construcción en esta ciudad se ha vinculado al desarrollo acelerado de barrios como Orriols, la avenida de Francia, Campanar y Ademuz, “en los que se ha completado entre el 80% y el 90% de las viviendas planificadas”, apunta Yolanda Lozano.
CB Richard Ellis asegura, sin embargo, que la capital valenciana existen 30.000 viviendas vacías, de un parque de 380.000, y se están construyendo actualmente casi 25.000. “Es un mercado atractivo y lo estamos recomendando”, afirma Ravell.