Cabe destacar Polonia, Hungría y la República Checa
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
La bonanza en el sector de la construcción está prácticamente asegurada para los próximos cinco años, debido, según ha indicado el presidente de la Asociación Provincial de Constructores y Promotores de Málaga, José Prado, a la inclusión, a partir de mayo de 2004, en la Unión Europea de nuevos países, entre los que destacó Polonia, Hungría y la República Checa, ya que "tienen grandes contingentes humanos dispuestos a invertir en el producto inmobiliario turístico residencial del litoral mediterráneo, desde la Costa Brava hasta el Algarve portugués".
Prado ha afirmado que, con independencia del aumento de los miembros de la UE, con los mercados tradicionales la construcción ya tiene asegurado el crecimiento en los próximos dos años. Por ello, si a partir de ahí la gente que optó por invertir en productos inmobiliarios ante la inestabilidad de la bolsa, volviese a decantarse por esta última opción, los nuevos inversores procedentes de esos países permitirían que el sector continuase obteniendo buenos resultados.
"Aunque bajase la cuota de compra de los mercados tradicionales, se paliaría con los nuevos mercados", manifestó a Europa Press Prado, quien señaló que de las más de 78.500 viviendas visadas el año pasado, 36.000 fueron adquiridas por no residentes procedentes en un 90 por ciento de los casos de la Unión Europea, destacando los británicos y los alemanes.
De hecho, añadió que "España es un país que, dentro de la Unión Europea, tiene un auge importante en lo que a la segunda residencia se refiere". En ello influye sobre todo, tal y como aseguró, "la paz social existente, especialmente en Andalucía y en la Costa del Sol", además de que "el coste de vida es casi un 30 por ciento más barato" y que "no existen fronteras ni para personas ni para objetos ni para capitales".
Este turismo residencial no se decanta sólo por los municipios costeros, sino también por aquellos que se encuentran a no más de diez kilómetros del mar; al respecto, Prado resaltó localidades como Frigiliana, Cómpeta, Coín, Alhaurín el Grande o Alhaurín de la Torre.
Prado dijo que, tras la crisis que atravesó el sector en 1992 y que afectó al producto no sólo de la Costa del Sol, sino de toda España, y de la que no empezó a recuperarse hasta 1998, "llevamos tres años muy buenos".
El representante de los constructores explicó, además, que la situación de la bolsa y la bajada de las hipotecas han sido "importantes incentivos" para que "la gente optase por invertir en una vivienda", que "primero disfrutará; en segundo lugar, alquilará, para lo que contará con desgravaciones fiscales, y, si le hace falta, por último venderá".
En este sentido, aseveró que "con una vivienda nunca se perderá dinero, algo que, sin embargo, no ocurre con la bolsa, donde influyen numerosos elementos y hay muchas fluctuaciones internacionales". "La construcción es una base de ahorro segura", sentenció.