Los ayuntamientos protestan por ser una vía de pago
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
El Ministerio de Fomento ha hecho público el trazado definitivo de la nueva autopista de peaje Madrid-Toledo, que busca la descongestión de la N-401 en los municipios de la zona sur. Su coste será de 373,40 millones de euros y sus 60 kilómetros de longitud finalmente no atravesarán Leganés, Getafe, ni Fuenlabrada.
Pablo Sola
Madrid
El Ministerio de Fomento ha aprobado el trazado definitivo de la nueva autopista de peaje Madrid-Toledo (A-41), que finalmente no discurrirá por los municipios de Getafe, Leganés y Fuenlabrada, que tanto han luchado para alejar esta vía de sus centros urbanos. Las obras costarán 343,40 millones de euros, y previsiblemente comenzarán a lo largo de 2004.
El trazado de la A-41, cuya concesión por 36 años ha licitado ya Fomento, tendrá su origen en la radial R-5, a la altura de Arroyomolinos, y pasará por los términos municipales de Moraleja de Enmedio, Griñón, Serranillos del Valle, Carranque, Illescas, Numancia de La Sagra, Pantoja, Yuncler, Villaluenga de La Sagra, Cobeja, Villaseca de La Sagra, Mocejón y Toledo.
Estos nuevos 60 kilómetros de autopista buscan descongestionar la actual N-401, o carretera de Toledo, por la que circulan 115.000 vehículos a diario. “En el caso de Fuenlabrada, cuyas vías de acceso a Madrid son la
N-401 y la N-V, esta nueva carretera conseguiría desviar bastante tráfico hacia la radial si no fuese de peaje, pero no creemos que vaya a cumplir su función al ser de pago”, afirman desde el Ayuntamiento de Fuenlabrada.
El antiguo trazado de esta carretera partía de la M-40, a la altura de Leganés, y atravesaba Getafe, Fuenlabrada, Parla, Humanes y Griñón. Este proyecto afectaba directamente a los desarrollos industriales de Fuenlabrada. En el caso de Getafe la carretera partía por la mitad el desarrollo urbanístico de El Bercial, donde se van a levantar 6.000 nuevas viviendas y un centro comercial, y además complicaba la ampliación del campus universitario que se encuentra en esta localidad.
El Ayuntamiento de Getafe no sólo ha insistido en desviar el trazado de la
A-41, sino que, además, ha presentado a Fomento una propuesta para la integración urbana de parte de la carretera de Toledo y el soterramiento de otra. “De esta manera, a los vehículos que vayan dirección Toledo les resultará más costoso en tiempo llegar allí, por lo que optarán por la nueva autopista para realizar el trayecto”, explican fuentes del Consistorio getafense.
En el proyecto de la A-41, a la altura de Moraleja de Enmedio, la vía presenta una curva acusada a fin de evitar un vértice del contorno del parque regional del río Guadarrama. Por contra, un área urbanizable prevista en el plan urbanístico de Serranillos del Valle sí queda ligeramente afectado por la nueva infraestructura. De hecho, el 24% del presupuesto, unos 90 millones de euros, se destinará a pagar a los propietarios de los terrenos por donde discurrirá la autopista y que deberán ser expropiados.
Además, Fomento también ha licitado, dentro del mismo presupuesto, las obras de la autovía de circunvalación norte de Toledo, que tendrá dos calzadas con dos carriles cada una, estará libre de peaje y sus 21 kilómetros de longitud formarán parte de la autovía de Castilla-La Mancha.