el rincón del curioso/ Jorge G. Boró
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Por fin terminó el “culebrón” de la Comisión de Investigación de la Asamblea de Madrid sin que se haya podido demostrar la existencia de ninguna “trama” inmobiliaria, tal y como denunciaba el PSOE, en un desesperado intento para trasladar a otros sus responsabilidades y las luchas internas de la Federación Socialista Madrileña.
El “papelón” que le ha tocado desarrollar a su portavoz en la Comisión, Modesto Nolla, ha sido para guardar en los anales de la historia parlamentaria española. Sólo ante el peligro, con la única ayuda de los portavoces de Izquierda Unida, intentó poner en práctica la táctica del ventilador, que al final parece ser que se averió y sólo empujó el aire hacia un lado, el socialista. Pero el daño ya ha sido hecho y la sombra de la duda sobre el sector inmobiliario ha quedado. El PSOE tenía que haber reflexionado antes de lanzar esas sospechas y hablar de tramas inmobiliarias, y haber pensado en las consecuencias para el bien general, antes del suyo propio.
Pero cerrado este bochornoso capítulo, se presentan unas nuevas elecciones que, por encima de sondeos y valoraciones, nos mostrarán cuál es la opinión de los ciudadanos madrileños. A los partidos madrileños que concurran a las elecciones se les ha de exigir que elaboren sus listas pensando en la capacidad de sus integrantes para desarrollar trabajos por el bien común, y no en repartos de poder. Así como presentar ante los ciudadanos las políticas que piensan desarrollar en el caso de que alcancen el poder. Pero si algo está claro en estos primeros días de septiembre es que la vivienda y el urbanismo serán de nuevo los temas estrella para captar el voto de los ciudadanos. Es de esperar que la demagogia, las promesas inalcanzables y los pactos excluyentes queden fuera esta vez.