Las pérdidas se apoderan de los mercados

Los mercados del Viejo Continente se encuentran envueltos en estos últimos días de julio en un ir y venir sin cabeza, que acaba por situarlos en el mismo punto del que salieron, con bastante optimismo, semanas atrás.

Las noticias positivas procedentes de algunas compañías, tanto europeas como norteamericanas, se contrarrestan casi inmediatamente con otras negativas, lo que no permite a los inversores situarse cómodamente en ningún sitio. A una semana de optimismo le sigue otra de pesimismo, y así en un carrusel que por el momento no parece tener fin.
Así pues, el Eurostoxx-50, cierra esta semana (del 14 al 21 de julio), en los 2.420, nuevamente por debajo de los 2.500 puntos, y justo en el punto donde comenzó el mes de julio, tras ceder en estos últimos siete días, lo ganado en las dos semanas anteriores, casi un 4%. El Eurostoxx de construcción, por su parte, ha cedido posiciones, pero de manera mucho más suave que su hermano mayor, situándose en los 156,48 puntos, con una pérdida ligeramente superior al 2%. A pesar de este retroceso, este índice consigue, al menos, mantener en este mes de julio una rentabilidad positiva cercana al 3% que, visto lo visto en el resto de mercados, no es ni mucho menos poco.