AUTONOMÍAS

El Aljarafe, la nueva zona de expansión urbanística de la capital hispalense

En esta comarca sevillana se construyen actualmente unas 12.500 viviendas

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Una vivienda de tipo medio en el Aljarafe sevillano consta de cuatro dormitorios, suelo de mármol, preinstalación de aire acondicionado, trastero, garaje y un pequeño jardín para el esparcimiento familiar. Su precio ronda los 180.000 euros, una cantidad nada desdeñable, pero que para muchas familias sevillanas pasa por asequible si se compara con los precios que se barajan en el resto de la capital sevillana.

Carmen Fuentes
Sevilla

Los datos del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria muestran que la misma vivienda en el Aljarafe sevillano y en la propia capital hispalense tiene una diferencia de precio de unos 150.000 euros. Este contraste tan devastador se aprecia con sólo echarle una ojeada a las revistas y folletos que dan buena cuenta de la oferta inmobiliaria y explican por qué la efervescencia inmobiliaria en el Aljarafe sigue sin dar una sola muestra de abatimiento.
A fecha de hoy, se están construyendo en los municipios de la comarca un mínimo de 12.500 viviendas, casi todas ellas de renta libre y con un comprador potencial que responde al mismo perfil: jóvenes de clase media expulsados de la capital por los desorbitantes precios que se manejan.
Las cifras que se barajan en la cornisa se agigantan aún más si se comparan con los datos del sector de la construcción en la capital. Sólo sumando las licencias de obra concedidas por la Gerencia de Urbanismo para reforma, rehabilitación y nueva planta en los tres últimos años, se llega a un porcentaje similar al del Aljarafe (en 2001 se concedieron 3.430 licencias, en 2002 se quedaron en 3.256, y en lo que llevamos de 2003 ha ascendido de forma sustancial hasta las 5.538 licencias).
Así las cosas, el paisaje de máquinas excavadoras se sigue concentrando todavía en pueblos del primer cinturón metropolitano, como Castilleja de la Cuesta, Mairena del Aljarafe, Tomares. Bormujos o San Juan de Aznalfarache, pero la carencia de suelo en este territorio permite atisbar ya la mudanza al segundo cinturón, formado por las localidades más cercanas al condado onubense y a la marisma, y cuyo futuro eje vertebrador será la nueva ronda de circunvalación SE-40, que acortará los trayectos entre estas poblaciones y la capital, permitiendo que haya familias que opten por estos pueblos como hogares de primera residencia.
La imagen de las grúas trabajando en el municipio de Bormujos se ha convertido en una referencia de los últimos tiempos sobre el crecimiento vertiginoso de una población, y éste no es el único municipio que camina a marchas forzadas hacia la colmatación de suelo.
El eje San Juan-Mairena-Castilleja-Tomares sigue exprimiendo el limón urbanístico hasta sacarle la última gota al jugo. Entre los cuatro municipios suman en torno a las 4.500 viviendas en construcción, cifra que asfixia aún más a una zona, la del primer cinturón, que ha perdido su carácter semirural y ha adoptado, por mor de una explosión inmobiliaria, una fisonomía de barrios residenciales que apenas guarda relación con el paisaje de olivos que caracterizaba a la cornisa hasta hace sólo una década.
El anuncio de la construcción de la SE-40, al igual que la parada del Metro en Ciudad Expo, ha desatado el interés de los ayuntamientos y promotoras de viviendas, que han visto la posibilidad de hacer caja y negocio con la construcción de casas que dentro de pocos años estarán ubicadas a no más de 20 minutos de distancia de la capital.
De hecho, la explosión inmobiliaria y demográfica son ya una realidad palpable en poblaciones como Espartinas, donde se construyen actualmente 950 viviendas, Palomares del Río 450 casas, o La Puebla, con 900.
Todas ellas coinciden en su lejanía con la capital hispalense, lo que hasta ahora ha convertido sus términos en territorio natural de segundas residencias. Pero las tornas han cambiado y cada vez más familias buscan la calidad de vida que ofrecen espacios públicos más amplios y zonas de campo y apuestan como primer domicilio por estos municipios bien comunicados y con más espacios.