Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Las aguas no corren tranquilas en los últimos meses para Hercesa y los problemas financieros para la empresa que preside Juan José Cercadillo aumentan mes a mes. Todo tiene su origen cuando en julio del año 2007, Juan José Cercadillo quiere ampliar su control sobre la promotora y compra el paquete accionarial de Hercesa en mano de su hermano y su continuidad a finales del recien finalizado 2008 cuando vencía el plazo para pagar esa compra. La compañía inmobiliaria tiene actualmente un apalancamiento del 83% sobre su valor patrimonial y, en los próximos meses, se pueden incrementar sus problemas de tesorería puesto que tiene que hacer frente a pagos por un valor próximo a los 150 millones de euros. Las cosas no le van mejor a Hercesa en Panamá donde tiene promociones sin iniciar, ni en Portugal ni en el este de Europa donde las malas lenguas hablan de que mantiene importantes deudas con sus proveedores.
En el plano puramente de consumo, en los buenos tiempos Hercesa firmó con sus compradores su compromiso bajo contrato de devolver las cantidades entregadas en el caso de que las entidades financieras no les facilitaran las corrspondientes hipotecas. Ahora, se le acumulan a la promotora las denuncias en los juzgados pues no está haciendo frente a dicho compromiso en un momento en el que bancos y cajas deniegan día tras día hipotecas a los compradores y Hercesa no puede afrontar esas devoluciones.
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