MÁS ARBITRAJE PARA LOS TIEMPOS DE CRISIS
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Secretario general de la Asociación Europea de Arbitraje (AEADE)
El año 2008 se puede definir como el de la consolidación del uso del arbitraje como método de solución de conflictos en el sector inmobiliario. En los últimos cuatro años se han incorporado al arbitraje de AEADE más de 150.000 contratos de arrendamientos urbanos, de los cuales 37.609 se han formalizado en el último semestre.
La razones del fuerte crecimiento del arbitraje en arrendamientos urbanos son la importante expansión que está experimentando el mercado del alquiler; la apuesta cada vez mayor de las Administraciones Públicas, como País Vasco, Madrid, Comunidad Valenciana, entre otras, por el arbitraje de la asociación; la gestión en alquiler de Viviendas de Protección Oficial así como el acceso cada vez más generalizado de los particulares al arbitraje.
Tanto la mala situación económica como los datos que la rodean (alza de los precios, IPC por encima del 5%, aumento vertiginoso de paro, índices de morosidad en aumento…) aumentarán el número de procedimientos judiciales y arbitrales.
En AEADE, por ejemplo, el número de consultas de empresas, de abogados y de particulares relacionadas con el sector inmobiliario se ha multiplicado por 15. Si en el año 2005, se recibían 17 consultas de media al mes relacionadas con incumplimientos contractuales, desde abril de 2008 han aumentado hasta las 250 mensuales, es decir casi 13 al día, síntoma de que la situación económica está afectando muy directamente al arbitraje.
Se espera un aluvión de demandas de arbitraje a partir de octubre-noviembre de 2008. En septiembre, por ejemplo se han empezado a notar los problemas económicos ya que se están recibiendo entre tres y cuatro demandas de arbitraje diarias. El 75% son impago de rentas pero empieza a notarse un aumento en el sector de la construcción, ingeniería y en franquicias inmobiliarias y siempre son reclamaciones de cantidad por incumplimientos contractuales.
En todo caso, en el mundo de la construcción, ingeniería y, en definitiva los asuntos o procedimientos arbitrales de cuantía superior a los 200.000 euros, el arbitraje funciona como bálsamo y fomenta el acuerdo minimizando las consecuencias económicas de los problemas entre las empresas y, permitiendo incluso, que en muchos casos la relación mercantil y comercial no se rompa.
Para que aumente el número de procedimientos arbitrales es necesario que siga en ascenso la confianza del particular, de los abogados y de las empresas en esta herramienta. En el transcurso de más de cuatro años desde la entrada en vigor de la Ley 60/2003 de arbitraje, la experiencia de miles de particulares, empresas y abogados que han sido parte en algún arbitraje hace que las perspectivas sean muy halagüeñas. Sin embargo, queda aún mucho por hacer. Promover e luso del arbitraje y darlo a conocer sigue siendo la asignatura pendiente. Menos del 30% de las empresas conocen y utilizan el arbitraje y no llega al 10% el número de ciudadanos que saben en qué consiste y su utilidad.