Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
La familia Cosmen, descendientes del fundador de Alsa, sigue fuertemente ligada a China, a pesar de que en el verano de 2006 vendieron la empresa matriz a la británica National Express, de la que son socios mayoritarios pero sin participar en su gestión. De este acuerdo salvaron precisamente la filial China que lleva Andrés Cosmen y que en los pasados Juegos Olímpicos se encargó, a través de una sociedad mixta hispano-china, del transporte de los deportistas con un contrato que marcó época en el gigante asiático, de 40 millones de euros, aunque se llegó a hablar de que en realidad había superado los 100 millones.
En total, los autobuses de la familia Cosmen transportaron a 1,8 millones de viajeros –entre deportistas y visitantes- entre la sede central de Pekín hasta las ciudades subsede, Tianjin, Shenyang y Qingdao.
La flota de autobuses que dirige Andrés Cosmen en China supera los 2.000 vehículos y cuenta con una plantilla de más de 6.000 trabajadores. Asimismo, la saga asturiana posee intereses inmobiliarios en Hong Kong y una alianza con Pressto para desarrollar negocios de tintorerías. Además participa con un socio local chino en la fabricación de microchips.
De una manera u otra, todos los hermanos Cosmen siguen ligados a China, donde comenzaron sus actividades en el año 1984 con un negocio de taxis que hizo arrancar el patriarca José Cosmen.
Jorge Cosmen, representa a la familia en el Consejo de Administración de National Express, aunque echa una mano a Andrés, ya que también trabajó muchos años en en China y Hong Kong.