Escuchar no es lo mismo que actuar

Las semanas pasan y los anuncios de medidas y proyectos por parte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se suceden pero todavía no percibimos nada en concreto. Es imposible ver resultados cuando todavía no vemos si quiera cómo se van a desarrollar esas medidas. Y, mientras tanto, la financiación para empresas y particulares sigue desaparecida y se suceden las suspensiones de pago de empresas promotoras. A la primera página de los periódicos llegan las más importantes y con números más grandilocuentes, como la de Martinsa Fadesa, Tremón, Habitat Inmobiliaria pero día a día existe un goteo de solicitudes de concurso de acreedores por parte de empresas pequeñas y medianas que aumentan el paro progresivamente ya que afectan, no solamente a estas empresas, sino a las que de ellas dependen como constructoras, servicios, instaladores, etcétera. Ya no es momento para esperar más y la situación es lo suficientemente grave para que se pongan en marcha las medidas necesarias que provoquen una inflexión y reactiven la situación de la economía, en general, y del sector inmobiliario, en particular, que durante años ha sido el motor de la economía. Está muy bien que se escuche a los profesionales del sector inmobiliario en el Congreso de los Diputados y en el Ministerio de Vivienda pero lo es más que se les haga caso y que los políticos sean sensibles a sus demandas. No se trata de que se les resuelvan sus problemas sino de que se pongan los medios para que ellos mismos puedan hacerlo.