Metrovacesa
La junta de accionistas de Metrovacesa promete ser una guerra de preguntas acerca de los planes de fusión con la inmobiliaria Bami. Además de las cuestiones que los accionistas de Metrovacesa puedan realizar, Deminor, la compañía especializada en representación de inversores, asistirá a la junta y lanzará una batería de preguntas al consejo. Entre la decena de cuestiones prevista, los directivos de Deminor cuestionarán por qué el consejo de Metrovacesa rechazó la OPA de los grupos italianos Caltagirone y Marchini el pasado mes de enero; qué papel va a tener Bami en el consejo de administración; cuál va a ser la composición exacta del nuevo consejo; y cuál va a ser el canje que se utilice en la fusión entre Bami y Metrovacesa.
Deminor acude a la junta sin representar a ningún accionista minoritario de Metrovacesa. Para asistir, ha comprado diez acciones. Según Charles Demolin, directivo de la compañía, "el objetivo es acudir a la junta para obtener información y solicitar más transparencia". Demolin insiste en que "la junta es el momento para el debate entre el equipo gestor y los inversores. No debe ser un circo, ni es bueno un exceso de emoción, pero los accionistas deben tener toda la información necesaria".
A pesar de este mensaje de calma, muchos accionistas podrían mostrar su descontento durante la reunión de esta mañana. Los inversores no parecen estar satisfechos con los acontecimientos que han marcado la evolución de la compañía en los últimos meses. Primero fue la entrada en el accionariado de Bami, a través de la compra del 23,9% de las acciones a BBVA. Bami pagó 36,5 euros por acción, aunque de este suculento precio sólo se benefició el banco, ante el descontento de los accionistas minoritarios, que no tuvieron oportunidad de vender. El pasado mes de enero, los grupos italianos Caltagirone y Marchini lanzaron una opa sobre la totalidad de las acciones de Metrovacesa a un precio de 27 euros. La opa no consiguió los apoyos necesarios y fracasó. Los títulos de Metrovacesa volvieron a cotizar en el entorno de los 20 euros.
Consecuencias
Por último, los accionistas temen las consecuencias negativas que la fusión con Bami pueda tener en la evolución de los títulos de Metrovacesa. La operación favorece, en principio, a los accionistas de Bami, una compañía mucho más pequeña que Metrovacesa y con un nivel de endeudamiento mucho mayor. El propio presidente de Bami, Joaquín Rivero, aseguró el pasado jueves durante la junta de Bami, que la operación permitirá mejorar de forma notable los ratios financieros de Bami. Los expertos consideran, sin embargo, que la unión con Metrovacesa no será tan positiva, y que será clave la ecuación de canje que se establezca en el momento de la fusión.
El único consuelo que han encontrado los minoritarios de Metrovacesa en los últimos meses ha sido la OPA adicional que Bami acaba de lanzar sobre el 10% de Metrovacesa, obligada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores. La oferta, a 32 euros por acción, permitirá a algunos accionistas beneficiarse de la operación.
Metrovacesa, la segunda inmobiliaria del país, obtuvo un cifra de negocio de 461 millones de euros durante 2002. El beneficio neto de la compañía fue de 125 millones de euros. Los títulos, que cerraron el viernes a 24,6 euros, un 0,28% menos, han logrado una revalorización en el último año del 30%. Desde enero, las acciones han mejorado en bolsa un 22,13%, frente a un 6% del Ibex 35.
La compañía aprobará hoy la entrega de un dividendo de 0,95 euros por acción, con cargo al ejercicio 2002.