Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
El abogado.
Manuel de Delás se licenció y doctoró en Derecho en la Universidad de Barcelona, aunque confiesa que en su primer año de carrera se matriculó, además, en Medicina, una ciencia en la que nunca llegó a iniciarse. Con su título de abogado en la mano, ha simultaneado la docencia con la investigación y su trabajo en un bufete especializado en temas relacionados con las energías renovables, lo que le ha valido su cargo de secretario de la APPA, que ostenta desde el año 1988.
La satisfacción.
El secretario de la APPA confiesa que una de sus principales satisfacciones profesionales ha sido "ir viendo cómo el sector de las renovables se ha ido consolidando en España y cómo la idea de unos 'locos soñadores' se ha convertido en una realidad y un buen negocio". Se siente orgulloso de haber vivido en primera persona esta evolución y de haber puesto su "granito de arena" en este camino. Es por ello que cree que se le puede considerar uno de los muchos padres de la APPA.
Virtudes y defectos.
Se define como "buena gente", y precisamente considera que ésta es su principal virtud. Por contra, confiesa que uno de sus mayores defectos -afirma que tiene "unos cuantos"- es que se piensa mucho las cosas antes de actuar, lo que le supone poca agilidad a la hora de tomar decisiones. Sin embargo, la entrevista deja patente el buen humor de este abogado que también parece habernos descubierto, como buen catalán, su devoción por 'la Moreneta' y Montserrat.
El payés.
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua define el término payés/a como "campesino o campesina de Cataluña o de las Islas Baleares"; y precisamente así se siente Manuel de Delás cuando puede escaparse a su "finquita" familiar para dedicarse a la agricultura, una de sus principales aficiones. Otro de sus hobbies es la lectura. Así, afirma que su lista de escritores favoritos es interminable y que ahora que tiene menos tiempo libre elige la prosa, principalmente novelas, nunca el verso.