el rincón del curioso/Jorge G. Boró
Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Así se han quedado los socialistas de la Comunidad de Madrid y de toda España tras la espantada de dos de sus diputados en la Asamblea autonómica el mismo día de su constitución.
Una perplejidad que se ha extendido a Izquierda Unida, que ve cómo se puede quedar con las ganas de tocar poder en un gobierno autonómico y cómo sus exigencias pasan a un segundo plano. Perplejos también se han quedado los diputados madrileños del Partido Popular, con Esperanza Aguirre al frente, al ver cómo pueden alcanzar un gobierno que ya descartaban y sobre el que todavía tienen posibilidades. Pero los que más perplejos se han quedado han sido los ciudadanos madrileños al ver cómo poco después de 15 días de la celebración de las elecciones, la Comunidad de Madrid se tambalea ante la espantada de dos socialistas que habían concurrido en las listas de su partido, refrendadas por la Federación Socialista Madrileña y la Ejecutiva federal. Lo que ha pasado la semana pasada en Madrid es algo con lo que ya se contaba en distintos niveles políticos y sociales, pero no se esperaba que fuera tan pronto. Si ya es difícil repartir el poder entre las distintas familias de un partido, esto se complica cuando entra en escena un tercero que, además, es imprescindible para alcanzarlo. Tienen razón los socialistas cuando dicen que no son políticas las razones que han llevado a los dos diputados a plantar y traicionar a su partido. Las razones, a mi entender, son la lucha por el poder entre los distintos grupos o corrientes de la Federación Socialista Madrileña y el protagonismo que pudieran tener en el Gobierno de la Comunidad de Madrid. El compromiso que deben adoptar las distintas fuerzas políticas es el buscar la solución que más convenga a los ciudadanos, y no a los partidos, y todo parece indicar que ésta va a ser la convocatoria de unas nuevas elecciones en las que los madrileños decidan quién quieren que les gobierne, ahora ya con todas las cartas de los posibles pactos sobre la mesa.