La crisis llega también a la vivienda protegida

Jóvenes que están devolviendo los pisos que les tocaron en los sorteos celebrados en San Sebastián de los Reyes por la imposibilidad de pagar los 1.000 euros mensuales que les importa el crédito necesario para pagar a sus cooperativas los 36.000 euros que les exigen de entrada. Seiscientos de ellos han denunciado que las gestoras del desarrollo de Los Tempranales les han subido los precios mil euros el metro cuadrado.

Cooperativistas de Leganés a los que ya les han entregado la vivienda, pero a los que Caja Madrid no les concede más que parte de la hipoteca a 25 años y que tienen que pedir dinero prestado a su familia o solicitar préstamos personales por la diferencia entre la hipoteca y el precio final. Viviendas unifamiliares para jóvenes en Cubas de la Sagra que ya estaban adjudicadas y a las que sus compradores renuncian por no tener para pagar la entrada y la hipoteca mensual.

Son tres ejemplos de que la crisis amenaza también a la vivienda protegida. La libre ha caído en picado, pero Administraciones y promotores habían depositado sus esperanzas en que las VPOs les salvara de la crisis.

La realidad es que para la mayoría de los jóvenes madrileños un piso entre 120.000 y 180.000 euros, que es lo que valen ahora tras la última subida decretada por el Gobierno de Zapatero y amplificada por el de Esperanza Aguirre (un 30% más), no quieren sacrificarse en pagar la entrada, que ya alcanza los 36.000 euros por un piso de 90 m2, y luego una hipoteca -en el caso de que se la concedan- que puede llegar a 1.000 euros mensuales durante los próximos 25 años. Y máxime cuando todo el mundo dice que la inversión en vivienda no va a ser rentable en mucho tiempo y que los precios van a bajar aún más.

Las hipotecas que antes concedían más alegremente las entidades bancarias no cubren tampoco el 100%, y en algunos casos ni el 80%, de las viviendas protegidas. Ya es normal que los padres tengan que avalar con sus bienes a sus hijos para que les den los créditos pero en ocasiones ni por esas.