Los nuevos fichajes del sector

Ha comenzado Beatriz Corredor su camino en el Ministerio con paso prudente. Quizá sea el tropezón mediático de su predecesora en la BBC ("Vamos a terminar ahora mismo la entrevista, si no te importa", ¿se acuerdan?) el que late en el fondo de sus negativas a hacer declaraciones a la prensa. Al parecer, en la Moncloa han dado órdenes de que los nuevos ministros se fogeen antes en el Congreso. La estrategia de Zapatero es que el fuego graneado de sus señorías curta la piel de los más bisoños, antes de enfrentarse a los periodistas, esas gentes de mal vivir dadas a las preguntas capciosas. El recelo que los políticos sienten por los "plumillas" es inmarcesible, por más que estos últimos estén cada vez más descafeinados. ¿Dónde están aquellas generaciones de crápulas con mala leche? Bueno, alguno queda, para justificar los miedos de los hombres públicos.

Aunque hablando de retranca y sorna, me viene a la cabeza el revuelo que ha causado el nombramiento de David Taguas como presidente de Seopan. Desde hace semanas, la patronal andaba de debate en debate, viendo los pros y contras de la decisión. Se buscaba un sustituto a la altura de Enrique Aldama.

El candidato ideal debería tener simpatías dentro del Gobierno, ya que éste tiene en sus manos la llave para suavizar la situación que están atravesando muchas compañías. Magdalena Álvarez está poniendo de su parte para potenciar la obra pública, pero las constructoras quieren más. Desde esa perspectiva, Taguas puede acercar posiciones con Zapatero.

La decisión de nombrar presidente de Seopan al hombre de confianza del presidente de los españoles ha caído como un cantazo en muchos despachos. Esta fresco el recuerdo de la intervención de Taguas para salvar el pescuezo a varios empresarios amigos. Una mediación que produjo sonrojos (y sonrisas) por doquier. Para bien o para mal, este hombre mediará entre las constructoras y la Administración.