Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Pedro Solbes se convirtió al socialismo de Felipe González primero, en su etapa agónica, y de Zapatero triunfante, casi sin querer. De hecho muy pocos economistas son capaces de encontrar diferencias esenciales entre su política económica y la de su antecesor, el ultra liberal Rodrigo Rato, salvo que el actual vicepresidente de Economía y Hacienda no es "ultra" de nada, parece el hombre impasible y así se lo debió tomar su contrincante Manuel Pizarro en el debate que tuvieron en televisión.
Solbes se convirtió también sin querer en la estrella de la lista de Zapatero en Madrid, en su número dos, papel que ejerce de manera tan discreta que a veces sus compañeros de mítines se preguntan si su actitud es una pose o es que se siente como un "pulpo en un garage" en la campaña electoral. Cuanto menos esfuerzo hace para sobresalir y para "trepar", más se destaca y más sube en el escalafón.
Si se lo propusiera podría llegar a presidente del Gobierno. Es el mago de Zapatero, el hombre que hizo crecer la economía española por encima del 4%, consiguiendo salvar los muebles de la casa tras los estropicios causados por el Estatut de Cataluña o la negociación con ETA. Si no hubiera sido por la crisis que ha comenzado a sobresalir en el último año de su mandato, Solbes se sale.
Y del mago Solbes al "bruixo", el gallego Pepe Blanco, que fuera en su día el senador más joven de la legislatura y que tras sus escarceos para intentar ser alcalde de su pueblo, Caldas del Rey, eligió dedicarse por entero a la política nacional, acertando en su apuesta por José Luis Rodríguez Zapatero, como nuevo líder tras la derrota de Felipe González frente a Aznar.
El "bruixo" se ha vuelto más prudente con el tiempo y a pesar de sus andanadas contra el PP, que han llenado la actual legislatura, ha diseñado, junto con los hombres del presidente, una campaña "para no perder", confiando mucho más, como hizo Aznar en la campaña del 2000, más en "la lluvia fina", que en los grandes slogans: "Aznar tampocco consiguió despegarse del PSOE en las encuestas de su primera legislatura y luego logró mayoría absoluta. Si sacamos 170 diputados, me fumo un puro".
Blanco ha conseguido además rescatar para la campaña a un Felipe González "al que le está ocurriendo como a Suárez, que las nuevas generaciones, que no le conocieron gobernando, le han cogido cariño y es una gozada ver cómo ha llenado los mítines de gente joven". Y como muestra de talante, Pepe Blanco asegura que "lo mismo le ocurrirá a Aznar dentro de unos años".
Sus vaticinios sobre lo que va a ocurrir el 9 de marzo no están demasiado claros en su bola de cristal, "aunque no contemplo ninguna situación en la que no ganemos, lo difícil es saber por cuanto.
Las encuestas que se hacen tienen poco rigor porque está hechas sobre universos muy pequeños". Lo que más le tiene confundido de las encuestas es el "recuerdo de voto", por que "mucha gente que no nos votó en 2004 ahora dice que recuerda haberlo hecho y yo creo que es un indicio de que ésta vez si va a hacerlo".
Vaticina el bruixo también una bajada de los partidos nacionalistas, incluido el PNV, que podría dejarse uno o dos escaños, y por supuesto de CiU, ERC, Coalición Canaria y hasta el BNG. "Mucha gente nos va a dar su voto en la recta final también para que no dependamos de los nacionalistas a la hora de gobernar".