Roberto Pastrana | Lunes 20 de octubre de 2014
La capital mejorará la comunicación con los municipios de la corona metropolitana con la construcción de dos nuevos intercambiadores modales, que facilitarán la conexión entre el servicio de autobuses a las localidades próximas y el Metro.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha informado que próximamente se acometerá la construcción de dos nuevos intercambiadores de transportes en la capital. Estas dos instalaciones estarán ubicadas en Conde de Casal y Chamartín. Por otra parte, la presidenta regional dijo que se va a remodelar el intercambiador de Avenida de América porque, ha dicho, "lo está pidiendo a gritos desde hace tiempo".
Aguirre realizó estas declaraciones durante la inauguración del intercambiador de Moncloa, cuya construcción ha sido responsabilidad de Sacyr. La nueva dotación será utilizada por 360.000 viajeros diarios.
La ampliación del intercambiador de Moncloa, el primero que entró en servicio en Madrid, en el año 1995, ha costado 97 millones de euros y beneficiará a 30 municipios del noroeste de la región. La equipación es la última de las cuatro construidos conjuntamente por el Ayuntamiento y la Comunidad.
Se suma a los otros tres intercambiadores (Plaza de Castilla, Principe Pío y Plaza Elíptica) que también formaban parte de aquel acuerdo y que, en conjunto, han supuesto 285 millones de euros de inversión para construir 163.000 metros cuadrados de superficie, 3,2 de túneles y 113 dársenas.
Tras la apertura de las instalaciones, comenzará a remodelarse el antiguo intercambiador. En los próximos nueve meses está previsto construir catorce dársenas más.
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, ha recordado que ninguno de los nuevos intercambiadores que se han hecho en Madrid ha supuesto "coste alguno" para el Ayuntamiento ni para la Comunidad, porque han sido los empresarios y la sociedad civil los que los han financiado.
En concreto, la UTE compuesta por Sacyr y las empresas de autobuses Castromil y Transportes La Unión han sido las responsables de llevar a cabo la actuación en Moncloa, un intercambiador que explotarán durante 35 años.
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